¿Cuándo se originó el tarot como lo conocemos?
Esta fue una evolución que traspasó muchos años en la historia. Cabe destacar que la forma en la que se usaba la cartomancia o se hacían las consultas en el siglo XV no son iguales a las que podemos realizar hoy en día, sin embargo, de allí es de donde proceden las técnicas y los medios que se pueden usar en la actualidad.
Para señalar, podríamos decir que el primer mazo completo del que se conserva un registro claro es el bellísimo y lujoso Tarot de Visconti-Sforza, que fue hecho a mano en 1440 por encargo del Conde de Milán y en este ya aparecían figuras muy emblemáticas que se conservan hasta hoy.
La única salvedad a todas estas cartas son la Torre y el Diablo que se agregaron en años posteriores. Aunque, a decir verdad, para esa fecha no se sabe aún a ciencia cierta si fue porque se perdieron o porque todavía no formaban parte del juego en su totalidad.
Fue para finales de este siglo (XV), cuando podemos observar que el mazo ya estaba organizado en las 78 cartas que son los 22 arcanos mayores que los enumeramos del 1 al 21, más El Loco que no tiene número alguno y 56 cartas que se dividen en 4 palos: Oro, espada, basto y copa enumerados del 1 al 10, más las figuras correspondientes que son el paje, la reina y el rey.
De allí en adelante comenzó a tener un uso más que solamente un juego, sino uno que se atrevía a predecir o adivinar el futuro de las personas.
Para la fecha era bastante común en todas las reuniones sociales, pedir a las doncellas y a los caballeros que asistían a dicho evento para que pudieran sacar al azar alguno de los 22 arcanos mayores y en base a ello, pasar a describir la personalidad o el destino de la misma persona escogida.
Y como es de esperar, no tardó mucho en convertirse en algo parecido a lo que nosotros hoy en día conocemos como el tarot.
¿Cómo funciona el tarot?
Esta herramienta de adivinación solamente puede ser usada con total eficacia en manos de una persona completamente adiestrada y conocedora de los términos más profundos y que sea vidente de verdad, que haga consultas de tarot barato y fiable.
Más allá de esto tiene que ser un tarotista o vidente laboral, de amor… el que tenga el don necesario o una habilidad inusual para poder usar el ojo interior con el que pueda vislumbrar todas y cada una de las cosas que tenga preparado el futuro para cualquier persona.
Ciertamente, el tarot no es algo que pueda manejar cualquier tipo de persona. No todo el mundo es un buen vidente sin preguntas. Se necesita una sensibilidad increíble y también hace falta de una empatía y una sabiduría enorme para poder guiar a cualquier persona para que pueda dar lo mejor de sí mismo en toda la vida que tenga por delante.